Wednesday, December 31, 2008

Un bendecido 2009

12 meses, 365 días, 52 semanas, 8760 horas, 525,600 minutos, 31.536.000 segundos.
Todo esto es un regalo de Dios.
No hemos hecho nada para merecerlo, para ganarlo o para comprarlo.
Como el aire que respiramos, heredamos el tiempo como parte de la vida.
El regalo del tiempo es dado no solamente a nosotros, pero igualmente a cada persona.
Rica. Pobre. Educada. Ignorante. Fuerte. Débil.
Cada hombre, mujer, niño, tienen las mismas 24 horas en el día.
El tiempo no puede ser parado. Desligado. Ajustado. El tiempo corre. No podemos recuperarlo. Una vez que pasó, pasó.
Ayer ha sido perdido para siempre. Mañana no es garantido.
El tiempo es una de las más preciosas posesiones.
Nosotros podemos desecharlo. Podemos preocuparnos por él. Podemos gastarlo en nosotros mismos.
O podemos invertirlo en el Reino de Dios.
El año nuevo está lleno de tiempo. Los segundos ya se están contando.
¿Vas tirar tu tiempo por la ventana, o vas hacer cada minuto valer la pena?

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